COLEGIO INCADE
GUÍA DE TRABAJO AUTÓNOMO NUMERO TRES
ASIGNATURA: ÉTICA
Tema: Categorización
de los valores
¿A que llamamos
valores? Definir lo que son los valores no es asunto fácil. Podemos empezar
diciendo que los valores son estándares interiorizados con los cuales juzgamos
el mundo y lo clasificamos en categorías de bueno o malo. En este sentido,
podemos decir que un valor es una creencia, o una tendencia a creer en la
bondad o maldad que se le puede atribuir a una acción o una situación. Hay
gente que piensa que los verdaderos valores son pocos, y que son muy relevantes
y centrales para nuestra vida. Otros piensas que los valores son simplemente
gustos, y usan el término “valor” mucho más libremente, para referirse a
cualquier cosa de la que estamos a favor o en contra. Algunos otros tienden a
pensar que un valor debería verse en la acción, en la conducta, pues es una
tendencia a actuar de determinada manera. Otras personas consideran que los
valores son solamente positivos, y que aspectos que consideramos “negativos”
tales como la traición, el robo, o la irresponsabilidad, no son verdaderos
valores aunque existan personas que los persigan y los consideren metas para su
vida. ¿Por qué no son iguales todos los valores? Ellos pueden tener distinta
naturaleza, pues existen diferentes categorías o “dominios” de valores. Por
ejemplo, veamos los siguientes tres valores: 1) Considero que la justicia es un
derecho de las personas. . 2) No me gusta que en un entierro se usen vestidos
de colores. A un entierro debe irse con ropa oscura en señal de respeto. 3) Me
encantan los helados de chocolate, los prefiero a los de vainilla. Aunque
distintas, las tres afirmaciones nos muestran valores. El deseo de justicia es
un valor moral, el gusto por el luto es un valor socio-convencional, y la
preferencia en los sabores es un valor personal. Así, si bien estamos tratando
con valores, cada uno de ellos pertenece y hace referencia a un dominio
valorativo distinto. Los valores personales son aquellos que expresan gustos o
preferencias individuales. En ellos no hay acuerdos ni reglas, ni existe
legislación posible para gobernarlos. Uno no puede estar equivocado, ni tener
la razón sobre lo que al otro le gusta o escoge. Los valores personales expresan nuestras diferencias como
personas, aquello que nos gusta, o que preferimos sobre otras cosas. El mundo
de los acuerdos sociales y las convenciones tiene que ver con nuestros valores
sociales. Aunque a uno le guste mucho vestir en pantalones cortos todo el año,
en la oficina donde uno trabaja puede existir una norma por la cual no se nos
permite ir a trabajar llevándolos. Las personas hemos creado normas y reglas de
urbanidad que deben seguirse si deseamos convivir de manera más o menos
razonable. Hay reglas de cortesía, reglas sobre cómo debemos vestir, reglas de
tránsito.. Se trata de costumbres y normas sociales que son casi siempre culturales,
y que pueden ser modificadas si el grupo o la autoridad así lo decide. Ahora,
cuando hablamos de valores morales estamos entrando a un terreno distinto. Los
valores morales son aquellos que se distinguen por su universalidad, que no se
justifican por una ley, sino por su propia naturaleza ética. Ellos no están
abiertos a gustos locales, a caprichos o a costumbres; de no ser respetados,
tienen un potencial intrínseco para herir y hacer daño. Los valores morales son
difíciles de definir, precisamente porque el término “valor”, en general, se
usa con descuido.
El Prisma Moral
Los seres humanos
vemos el mundo de forma diferente unos de otros. Por ejemplo, los niños piensan
que las nubes caminan detrás de ellos, y que los sueños están físicamente
presentes en sus dormitorios durante la noche. Los adolescentes piensan que
todo el mundo los juzga y los analiza. Los niños en primaria creen que el
pensamiento es omnipotente, y que "resolver algo" es equivalente a
hallar la verdad. Y un largo etcétera. ¿Estamos conscientes de que los niños,
jóvenes y adultos también ven el mundo moral de forma diferente? Por ejemplo,
los niños en los primeros grados de primaria piensan que cualquier diferencia
es injusta, y prefieren botar a la basura un dulce extra antes que permitir una
distribución desigual. Los adolescentes consideran que es inmoral revelar la
falta cometida por un compañero, aunque se trate de una falta grave. “Tapar” la
falta del compañero se considera lealtad. Muchos niños consideran moralmente
correcto obtener lo que quieren... podemos preguntarnos, ¿porqué existen estas
diferencias y porqué son importantes para la educación moral? Lo que ocurre es
que cada persona piensa sobre los valores desde su propio nivel de desarrollo
moral. Conforme las personas crecen, van desarrollando nuevas y más adecuadas
formas de resolver los asuntos morales. Los niños están (cognitiva y
afectivamente) menos desarrollados que los adolescentes, y éstos menos
desarrollados que los adultos. Cuando una persona (niño, adolescente o adulto)
se enfrenta a un problema moral, él o ella lo interpreta, y esta interpretación
se debe en parte a su particular historia personal (su cultura, su religión, su
experiencia educativa, su familia, etc.), y en parte a su nivel de desarrollo
moral. La interpretación que la persona
hace es crítica para lo que juzgará como correcto o incorrecto, como algo de
valor, o algo que vale poco. Esta es una razón por la cual los adultos
usualmente encuentran que muchos niños y adolescentes "no entienden"
los problemas cuando ellos tratan de explicárselos. En realidad los niños y
adolescentes entienden los problemas, pero los entienden de forma diferente a
como lo hacen los adultos. La segunda forma en que las personas pueden diferir
es en lo que se conoce como dominio de categorización. Con mucha frecuencia
hablamos de valores y de lo que constituye un buen carácter y un comportamiento
ético, pero usualmente olvidamos que hay diferentes categorías o dominios de
valores. Por ejemplo, mi valor de búsqueda de justicia es diferente de mi valor
por la modestia en el vestir, que es diferente del valor que le doy a los
helados de chocolate por sobre los de vainilla. Todos son valores, pero la
justicia es un valor moral, el vestido es un valor socio-convencional, y la preferencia
en el sabor es un valor personal. Hay diferentes criterios en los distintos
tipos de valores; lo que es más interesante es que, aun cuando hay gran acuerdo
sobre a qué dominio pertenecen los valores, muchos asuntos relativos a los
valores no son claros, y las personas pueden diferir en cómo categorizarlos. Un
buen ejemplo es el caso del uso de alcohol, tabaco o drogas ilícitas. Los
adolescentes suelen no ver la relevancia moral de esas sustancias, pues para
ellos el uso de drogas es un asunto de preferencia personal, tal como preferir
un helado de chocolate. De este modo, hemos visto cómo las personas pueden
diferir entre ellas por mirar a través de un diferente prisma moral. Los seres
humanos pueden estar en un nivel de desarrollo diferente, o pueden categorizar
sus valores de distinta forma. Es importante señalar que estas diferencias no
sólo se dan entre los niños y los adultos, sino también al interior de los dos
grupos.
Responde al respaldo
de la hoja las siguientes preguntas:
1.
¿Qué son
los valores?
2.
En general
¿Qué piensan la gente sobre los valores?
3.
Como
podemos explicar que es un valor moral, un valor socio convencional y un valor
personal?
4.
¿Por qué
las personas vemos el mundo de forma diferente?
5.
Teniendo
en cuenta el concepto de moral, ¿qué diferencias se encuentran entre los niños,
los adolecentes y los adultos?
6.
Enumere
los cinco valores que consideres más importantes para vivir en sociedad, y
explique porque su elección.
7.
Escriba
una frase que invite a los demás a desarrollar y aplicar los valores.